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"Al leer la entrevista sobre la campaña de SOMOSGAY en la revista TeVeo, me hizo acordar de la película Milk. La campaña “¡SOY GAY! ¡MI FAMILIA ME AMA COMO SOY!” es muy acertada, positiva, natural y humana"


MARIO FERREIRO, una de las personalidades más queridas y emblemáticas de la televisión paraguaya, felicitó la iniciativa de SOMOSGAY en enfocar la campaña contra la homofobia a un espacio fundamental para todos y todas, como es la familia, calificándola de humana, positiva y natural. Al respecto, comparte sus ideas sobre la importancia de involucrar a más aliados en la lucha contra la homofobia.

 

¿Cómo ves la crisis en nuestro país?

Yo creo que hay una especie de reacción casi de agonía de parte de los sectores más conservadores que no pueden creer lo que les está pasando. Para ellos, una cosa era imaginar un escenario en el que se planteen ciertos temas como la igualdad social, la mejor distribución de la riqueza, y otro muy distinto es que se en realidad empiecen a ocurrir algunos gestos, porque en realidad todavía no ha ocurrido más que eso, pero ya esa sola posibilidad de una sociedad realmente incluyente, en donde haya una mayor distribución de la riqueza, donde haya mayor justicia social y menos discriminación, generó reacciones, las cuales yo creo, son muy importantes de considerar en los sectores más conservadores y autoritarios.

Yo creo que estamos en un momento clave de transformación en el Paraguay, si se pierde, podemos tener un retroceso muy grande y ese retroceso va afectar a todas las “minorías”

¿Qué impacto crees que tiene esa situación en la discriminación en Paraguay?

Tiene un impacto directo. Es como que renació el autoritarismo. Como ciudadanos y ciudadanas hay que tener mucho cuidado. Mi percepción es que estos sectores, los sectores conservadores, todavía no han terminado de reaccionar del todo. Acá pueden venir agresiones hasta físicas, pueden venir hasta grupos que trabajen paralelos al poder real, hay una cantidad de fantasmas dando vueltas. Tampoco hay que caer en ser paranoicos, pero yo creo que estamos en un momento clave de transformación en el Paraguay, si se pierde, podemos tener un retroceso muy grande y ese retroceso va afectar a todas las “minorías”

¿Y ante esto tenés alguna respuesta?

La manera de contrarrestar esto es únicamente a través de una mayor participación de la gente. Hay que involucrarse, aunque sea en un comité de barrio. También hay que sacarse eso de que solamente participando de la política tradicional uno saca certificado de existencia. Hay muchas formas, desde un centro de estudiantes, hasta un grupo de lucha por derecho de un sector como el del sector LGBT. Lo importante es también participar donde uno se sienta identificado, que no sea eso algo importado.

En este proceso, se nota indispensable la participación de la gente, pero en nuestro país la movilización ciudadana es aún deficiente.

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"Al leer la entrevista sobre la campaña de SOMOSGAY en la revista TeVeo, me hizo acordar de la película Milk. La campaña “¡SOY GAY! ¡MI FAMILIA ME AMA COMO SOY!” es muy acertada, positiva, natural y humana"

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SOMOSGAY desarrolló la campaña “¡SOY GAY! ¡MI FAMILIA ME AMA COMO SOY!”. ¿Qué opinas de ella?

En realidad, esta campaña es una lucha central para mí. Al leer la entrevista sobre la campaña de SOMOSGAY en la revista TeVeo (Revista Paraguaya de distribución semanal), me hizo acordar de la película “Milk”. Primero hay que tratar que la familia acepte la situación. El mensaje es muy fuerte, y es por la intolerancia de la sociedad que es muy fuerte. La campaña “¡SOY GAY! ¡MI FAMILIA ME AMA COMO SOY!” es muy acertada, positiva, natural y humana también, en el primer escenario que suelen trasmitir mis amigos y amigas, es en donde comienzan los conflictos o se plantean las soluciones.

¿Cuál te parece que sería una fórmula para incentivar que la gente se involucre más, para incentivar la política en serio?

No va a ser fácil. Convengamos que los propios medios de comunicación también están muy infiltrados por ese pensamiento autoritario, sobre todo a partir de donde provienen sus propietarios y a qué intereses representan, entonces hay un mensaje autoritario transversal; expresiones como “que siempre va a ser así”, que se puede escuchar en el partido colorado, en parte de las fuerzas armadas, en parte del funcionariado público (la estructura de poder partidaria de toda la vida), hasta en sectores que se presentaban supuestamente como liberales hasta hace poco tiempo, pero que ahora ante la “amenaza” entre comillas de la transformación real están comenzando a mostrar su rostro más autoritario.

En el autoritarismo tenemos un fenómeno que se repite mucho, ¿alguna reflexión al respecto?

Si. El autoritarismo responde a una matriz cultural que se reproduce en todos los ámbitos de la vida paraguaya. Siempre digo que el paraguayo hace una “comisión pro-empedrado”, y las asambleas terminan en una agria pelea entre los dos únicos candidatos para hacer el empedrado. Esto es casi atávico.

Hay que leer un poco la historia, y ahí encontramos este mismo fenómeno en el nacimiento mismo del Paraguay como país. No hay que olvidar que los próceres terminaron fusilados entre ellos. Fulgencio Yegros, Iturbe, Molas López, Caballero también se mataron todos entre ellos hasta que quedo Francia, concentrando todo el poder. La institución de la traición, del pyrague, ya está instalada también en el Paraguay de la independencia, y fuertemente. Se profundiza más en el Paraguay heroico de la guerra grande. Como vemos, va a ser difícil que cambiemos eso de buenas a primeras, pero hay que seguir trabajando. A mí me da mucha pena sobre todo cuando se destruyen proyectos que son de renovación por una especie de pesimismo generalizado en expresiones del tipo “ni esto luego podemos, menos será a nivel macro”.

Todas nuestras instituciones tienen problemas y uno tiende a dejarse llevar por ese pesimismo. Yo creo que esto no es casual. Existe una matriz cultural que nos lleva a eso, conservada por muchos sectores interesados en que esta matriz se alimente. Hay muchos sectores tirando nafta al incendio. Hay una tendencia a destruir lo poco que se construyó en términos de ciudadanía.

Tampoco soy anti partido, ni anti política partidaria. Yo creo que a los partidos hay que transformarlos también desde adentro. El que tenga vocación de hacer política partidaria, que la haga. No creo que la solución sea que todos se vayan todos a la anti-política partidaria, pero creo que lo que sí tenemos que conseguir es algún espacio desde el lugar en donde nos sintamos más identificados con la causa por la cual queremos trabajar; desde un comité cultural hasta una hinchada organizada de un club de fútbol, pasando por una organización no gubernamental o algún partido político. La peor noticia para los que queremos cambiar este país es que la gente no quiera involucrarse en ninguna actividad por desánimo.

 

En el cambio cultural que tocamos, el debate sobre el presidente y su vida privada, ¿positivo o negativo?

Yo creo que el debate es positivo, de que todos y todas nos hayamos puesto a hablar del tema es interesante. De la paternidad responsable, del derecho que tienen las personas de conocer quien fue su padre y su madre, yo creo que acá también asistimos a otro fenómeno muy interesante. Hay que considerar que Fernando Lugo proviene de la formación en una de las organizaciones más autoritarias y verticales, y él no puede articular otras respuestas que no provengan de esa formación. Esto me costó mucho hacer entender también.

Creo que la conducta particular del presidente con respecto a este tema no es la mejor, ni ha sido la más deseable. Hasta está concediendo como un favor ir reconociendo los hijos de a poco. Eso no es bueno, pero tampoco merece un juzgamiento del tipo moral, sino más bien hay que identificar la situación, asumirla y ver que estamos haciendo para cambiarla.

Me interesa mucho lo que está pasando en ese sentido porque incluso te habrás dado cuenta que surgieron varios otros casos que ahora le piden a un padre que reconozca a un hijo. Creo que la situación abre más el debate sobre un hecho común en nuestro país, y seamos sinceros: desmitificó esa suerte de “poder sagrado” otorgado a la iglesia que es tan humana a través de sus integrantes como nosotros.

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“En esa agenda de solicitud de igualdad de derechos también entran el tema de la homofobia como problema de discriminación y el tema de VIH como problema de salud pública”

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Discurso público, actos privados.

El problema en sí me parece lamentable, pero me parece positivo como elemento de debate. Aquí aparece la doble moral. Yo creo que Lugo salió del closet, en términos que los gays y lesbianas conocen bien: forzosamente. Hubiese sido mucho más sano que él salga del closet por voluntad propia. Me hubiese encantado que un 21 de abril de 2008 se siente y diga “Gracias por elegirme, logramos la alternancia, pero tengo hijos. Si ustedes quieren me voy ahora mismo”.  Ese era el momento de salir del clóset, pero es tan fuerte culturalmente, por lo que se ve, el miedo; la cerrazón de la opinión pública, el miedo a sincerar la conducta de uno o la opción de uno si querés. A lo mejor él eligió esa vida también, pero es tan fuerte el miedo al escarnio, que él prefirió callarlo, esconderlo, hasta que saltó y no pudo mas atajarlo. A él lo sacaron forzosamente del clóset y hubiese sido fabuloso que él salga del clóset voluntariamente.

¿Cuál te parece la estrategia para que el Estado paraguayo encare el tema de la homofobia como problema?

Yo creo que ambos temas tendrían que instalarse en algunas de las organizaciones dentro de un paquete. No creo que deban tratarse como temas excepcionales, porque de esta manera le damos el ropaje de algo casi oscuro, prohibido o muy raro. Creo que hay que sentarse con grupos afines que están luchando también por sus derechos desde las amas de casa hasta los consumidores, pasando por los indígenas y decir “En esa agenda de solicitud de igualdad de derechos también entran el tema de la homofobia como problema de discriminación y el tema de VIH como problema de salud pública”; entonces en la medida de que estos grupos como los de ustedes logren que se inserten sus reclamos dentro de un paquete de temas que afectan a sectores discriminados o a sectores que han sido directamente perseguidos.

Va a tener más posibilidades de instalarse en el debate general. Si se instala como un hecho excepcional, corremos el riesgo de que se discrimine nuevamente y que se les trate casi como un sector “pobrecito angá”, vamos a ver qué hacemos con ellos, si los quemamos a todos, los dejamos en un gueto o los atamos todos en un barco y los mandamos fuera del país”. Por esto, creo es importante tratarlo como un tema que abarque a todos los sectores discriminados. Por esto son buenos los colectivos, por eso son buenos los intentos que se hacen de una manera más “corporativa” con otros sectores. Me parece que ese es el camino: insertarse dentro de los colectivos que ya están de hecho luchando por una sociedad mejor.

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