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Mujeres lesbianas, mayores, de clase social alta en crisis económica, conforman el universo femenino de “Las Herederas”, arte celebrado por la crítica internacional y cargado de potentes mensajes de encierros, sombras y silencios. La película nos invita a debatir sobre nuestra sociedad paraguaya construida sobre la opresión: “Como no se reflexiona ni se debate en la política, hagámoslo en el cine”, nos dijo Marcelo Martinessi para SOMOSGAY.


“Las Herederas” no solo es la primera película paraguaya estrenada en la sección oficial de la Berlinale y la primera en cosechar algunos de los premios más importantes del cine mundial (el premio de la crítica internacional de la FIPRESCI, Oso de Plata a la Mejor Actriz, Oso de Plata Alfred Bauer por “abrir nuevas perspectivas en el arte cinematográfico”, entre otros) sino que es la primera película paraguaya en ganar un Teddy Award, uno de los premios mundiales más importantes en cine de temática LGBTI. Desde SOMOSGAY tuvimos la oportunidad de conversar con Marcelo Martinessi, director cinematográfico y guionista paraguayo, el primero en situar a una película paraguaya en los festivales cumbres de este arte en el mundo.

 

“Desde la sutileza de nuestra película, desde la humanidad, buscamos acompañar procesos muy importantes para esta sociedad”

“Las Herederas” es una polifonía que reivindica a las mujeres más allá de los estereotipos de la edad, belleza y orientación sexual, en una clara intención de hacer un cine centrado en mujeres, con hombres haciendo papeles incidentales, sin caer en heroísmos o arquetipos buscando de esta manera reivindicar la humanidad y la visibilidad. “Nosotros somos feministas. Serafina Dávalos en Humanismo (1907) nos hablaba de una sociedad que hoy sigue siendo la misma”, enfatizó el director quien ahora también debuta como guionista con su primer largometraje.

 

Las herederas son seres humanos, sexualizados, con personalidades, cuerpos y sexualidades diversas y complejas. Con los versos de Manuel Ortiz Guerrero como emblema “Oh loca divina, que canta y que llora, que ríe y que reza; atrévete siempre, es ese un gran culto que pocos profesan”, la película es un canto de liberación, desde el género, de la sexualidad y de la clase. “Si alguna persona espera que la película sea provocadora le digo que no se encontrará con eso. Nosotros no hicimos “Las Herederas” con aires militantes, pero sí sumamente humana. Yo admiro mucho el trabajo de las militancias por todo tipo de derechos en Paraguay, y en ese tipo resalto con muchísima fuerza a grupos de activismo LGBTI que vienen hace años militando por derechos básicos, como un reconocimiento por parte del Estado”, expresa Martinessi.

“Si desde el arte no retratamos la diversidad de este país, esa diversidad permanece invisible” — Marcelo Martinessi 

Al autor le interesa ayudar de manera sutil, por medio del arte, a instalar debates sobre temas importantes en el país, principalmente en torno a la diversidad. “Cuando hablamos de Paraguay, somos 7 millones de habitantes, pero pareciera que para el Estado solo somos 5 o 4, es decir, solamente aquellos que responden al modo que ellos consideran como ‘paraguayos’. Nosotros entonces queremos ayudar a construir una sociedad tolerante, diversa y vibrante”.

 

De “amigas” a mujeres hasta la visibilidad lésbica

“Cuando tuve la oportunidad de hacer mi primer largometraje, decidí trabajar con mujeres. Así también, en la película hablo de una pareja de mujeres. Para mí no hay ninguna ‘diferencia’ entre una pareja heterosexual o de dos mujeres o de dos hombres; no creo en categorizar los tipos de pareja. Lo más hermoso que tenemos los seres humanos es la libertad de amar. En ningún momento en mi proceso creativo me planteé en la posibilidad de responder a una norma solo por vivir en Paraguay”.

 

El director recordó cómo un cine capitalino recientemente promocionó el próximo estreno de la película en redes sociales refiriéndose al argumento como a una historia única de “dos amigas”. “Yo personalmente pedí que se cambie esa palabra, no responde a lo que es la película. Si no quieren usar una palabra ‘escandalosa’, respeto las limitaciones muy terribles de mucha gente, que digan por lo menos ‘dos mujeres’. Creo que la película en sí tiene un montón de miradas sobre muchas cuestiones y es una película honesta”.

 

Una sociedad de encierros que busca la catarsis

“Lo que ocurre en Paraguay -me gusta citar a Casaccia- es que no estamos atrasados, sino que estamos perdidos”, explicó Martinessi. El director hace de la opresión y el aislamiento del país motivos que se manifiestan por medio de sombras, silencios y diálogos efectuados a través de expresiones.

 

“Las Herederas” es una verdadera secuencia de símbolos que retratan el encierro de una sociedad que constituye una gran cárcel. “El encierro en Paraguay tiene que ver con muchas cosas: dentro de una clase social, dentro de una relación desgastada, sea del tipo que sea. Yo creo que al vivir en un país que tiene como un romance constante con los encierros y la prisión, me parece que en todas nuestras relaciones reproducimos ese modelo. Incluso, cuando alguna persona tiene la oportunidad de salir de algún encierro, tiende a reproducir el otro lado que es ser la persona que somete a encierro; esto se nota en la educación, en las familias, en la vida social”, aclaró Marcelo Martinessi.

 

Así mismo, para las actrices, quienes no tuvieron reparo alguno en la orientación sexual de los personajes, encontraron en la historia la posibilidad de una catarsis de vivencias personales desde una sociedad de miedos, oscuridad y prisiones. “En este viaje que hicimos todos juntos con pudimos relacionar estos personajes desde historias personales, esto nos ayudó mucho y fue para todos nosotros un proceso de sanación”.

 

Hay un mundo vibrante que no se detendrá

“El mundo está viviendo procesos muy vibrantes. Pero en este momento, una gran ola quiere retroceder, quiere volver al pasado. Cuando hay un mundo vibrante, esto amenaza los viejos privilegios que estuvieron manejándonos durante décadas”, se refirió Martinessi. “No obstante, la catarsis a través del arte, la reflexión, el debate y el pensamiento crítico nos prometen que ese mundo vibrante no retrocederá; también encontraremos la liberación de nuestras opresiones y la celebración de nuestra diversidad”.

 

Este nuevo mundo vibrante no duda en dar voz, color y protagonismo a las mujeres, viejas, lesbianas, humanas, para dejar atrás las nefastas herencias y encontrar la libertad. Cosechando, dicho sea de paso, los galardones más prestigiosos a nivel mundial en cinematografía.

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